Manadas y grupos

Manada: Conjunto de animales de una misma especie generalmente salvajes organizados para cazar, defenderse, en fin para vivir juntos con más garantías de supervivencia.

El ser humano y el animal, en teoría se diferencian por la capacidad de pensar y de cuestionarse a sí mismo del primero. Porque tiene voluntad, porque es libre de escoger.

Hace año y medio salió a la luz el caso de una violación en grupo en las fiestas de san Fermín, ahora está llevándose a cabo el juicio. Hace unos días en un reality expulsaron a un concursante por abusos sexuales.

¿Qué sentir acerca de la violencia de género, la sociedad machista en la que vivo, la desigualdad entre hombres y mujeres?

Todos conocemos algún caso más o menos cercano, más o menos grave.

Todas hemos sufrido alguno, violación, agresión, abuso, acoso, o discriminación. Todas hemos tenido miedo en más ocasiones de las que quisiéramos recordar. Todas hemos tenido cuidado. Todas hemos sentido vértigo de haber bajado la guardia en algún momento. A todas, y especialmente a las más jóvenes, se nos juzga por como vestimos, por lo que decimos, hacemos, bebemos, con quien vamos, las horas en que vamos por la calle, etc…

El primer caso que recuerdo, sucedió hace 42 años, fue en el metro, hora punta, yo siete años, afortunadamente llevaba cartera de mano en lugar de mochila, noté una presión, un hombre estaba con el pene fuera del pantalón apretado contra mi cartera, mi cartera del colegio era lo único que me separaba de él. No sé si se estaba masturbando, acababa de sacársela o llevaba rato, en aquel tiempo no sabía ni lo que era masturbarse, los únicos penes que había visto eran los de mis hermanos de tres años. Me asusté. Intenté caminar hacia otro lado del vagón, sin perder de vista a mi hermana mayor con quien iba y volvía cada día del colegio en metro. No recuerdo si la perdí, no recuerdo habérselo contado a nadie, y si lo hice no recuerdo su reacción. Recuerdo que cuando lo ví, primero no entendí nada, luego no sé si por su cara pensé que era algo malo y me dió asco y miedo, y vergüenza de no haberlo entendido antes, aunque creo que todo sucedió en segundos.

Y me pregunto a mí misma ¿Qué siento hoy? Siento con pesar que en 42 años no se ha cambiado mucho. Siento asco, siento miedo, siento responsabilidad, siento pena. Y también siento ira, rabia y odio.

Las mujeres nos podemos apoyar entre nosotras, podemos denunciar los casos, podemos y debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano, por cambiar leyes y sobre todo mentalidades a través de la educación, el ejemplo…

Pero, ¿Qué podéis hacer vosotros, los hombres? Sin ninguna duda, vosotros los que no violáis, ni abusáis, y gozáis del respeto entre vuestros iguales de género, vosotros podéis ayudarnos. No se trata de ir con un guardaespaldas, pues entonces estamos igual siendo la posesión de un hombre. Se trata que no riáis las gracias de vuestros amigos «los machos», que no comentéis el polvazo que tiene esta o aquella. Que no consintáis presenciar ningún abuso, acoso etc, delante vuestro sin que sea necesario que sea hacia vuestra amiga, pareja, hija o conocida.

No puedo dejar de pensar en el caso de la manada, donde había un grupo de WhatsApp formado por 21 hombres, en el que fueron relatando sus hazañas e intenciones, ninguno de los otros 16 salió del grupo, ninguno frenó en serio las intenciones de los 5 violadores. Y no puedo dejar de preguntarme si ¿Habría cambiado algo si no hubieran tenido el jaleo de estos 16, o si les hubieran recriminado e intentado frenar? Y si yo fuera uno de ellos me sentiría responsable, complice y culpable.

A si mismo me prometo a mí misma no participar en ningún grupo con carácter machista, ni reír ni participar en ninguna gracia donde el objeto discriminado sea una mujer por el solo hecho de ser mujer.

Y pido a todos los hombres que me conozcan y a los que no, que hagan lo mismo, que tomen partido. Juntémonos en manada por nuestra supervivencia, que sea nuestra manada.

Supongo que a pesar de todo «la vida es bella»

Y hasta aquí mi entrada amarga y realista del día de hoy.

De hijas y madres


 Hace poco leí esta frase, la comparto totalmente. 

«Ser madre es aprender que tienes fuerzas que no sabías que tenías y conocer miedos que no sabías qué existían»

La he comprobado en numerosas ocasiones la última hace bien poco, y es totalmente cierto, miedo por un hijo, fuerzas por un hijo, es lo mas grande que yo conozco. 

La misma situación por mi, por mi pareja, por un amigo, por un padre, hermano o por un hijo. No tiene nada que ver, al menos para mi, no quiere decir que no confiemos en ellos, no quiere decir que no queramos a los demás, pero un hijo es tuyo, no en sentido de pertenencia sino de responsabilidad, tú eres el responsable de que esté aquí, es como tu continuidad es algo más grande que tú mismo. Por el harías cosas que no harías por otros ni siquiera por tí mismo. 

Tener una hija, en mi caso, ha sido lo más maravilloso de mi vida, sin menospreciar todo lo demás, el amor, la amistad etc

Por una hija cambias tu forma de ver las cosas, intentas ser un ejemplo, abres tu mente y tu corazón. 

Te hace ser creativa, te enseña a confiar, a tantas cosas…

Estando en el papel de madre entiendes de otra manera a la tuya propia. 

Seguro que si no la tuviera habría canalizado este sentimiento hacía otro lado, no menosprecio a quienes no son padres, solo escribo lo que siento. 😉